19 may 2014

Regálame...



Regálame tu sol en el invierno, un pasaje de ida y vuelta hasta en tu senos para ver, el efecto que tiene el aire tibio cuando roza suavemente y hace erizar tú piel, regálame un concierto inevitable de alaridos incesantes cuando exploras el amor, marcándome la espalda si comprendo que final de tú locura se remedia con placer, que este asunto de entrepiernas, sudor, labios y los “te quiero” lo suelen llaman amor también.

Regálame un momento inevitable de esos que no tienen pausa y que me hacen no querer soltar, el volumen de cuerpo que sujeto cuando hasta tu espalda baja se van mis dedos a cruzar, regálame una ducha sin permisos únelo con gotas frescas de un perfume con tú olor, permite que sea yo el que se pierda a través de tú silueta y luego encuéntrame a tus pies.

Regálame un abrazo infinito para unirnos en los sueños luego de tanto placer, que si bien yo siempre te necesito esto no es una despedida es solo que ya yo no sé, quizá cuando despierte ya te has ido y siendo como soy te digo yo no lo podré entender, es que sabiendo que nadie es dueño de nadie yo nací siendo un obtuso y eso me evita comprender, de que amarte no es delito pero a veces puede ser como un trago de café, que a quien como yo no gusta y se han empeñado beber, debes saber que es inevitable que sea un trago amargo si lo ha osado beber.

Quizá con tantas cosas que he pedido tu creas justo pedir algún regalo también,  descuida ya no tienes que decirlo eso lo he tenido claro desde la primera vez, aquellos que son libres como el tiempo nunca les será posible más de un día suponer, unirse a un solo cuerpo no es visible ni pensarlo, una locura ha de ser; tu obsequio ya está listo no olvides no alcance a ponerle lazo ni tampoco algún papel, no gastes tiempo en las despedidas ya nos volveremos a ver, si es que la libertad te deja una vez.


JJ

18 mar 2014

La brisa que no se de donde viene...

Voy caminando silente y te siento a mi lado, me detengo, volteo y en el reflejo del cristal de una tienda en centro comercial veo tu reflejo, puro, aunque efímero, cerca pero distante, cierro los ojos e inhalo tu aroma, el mismo perfume de siempre que no me deja de sorprender y seducir cada que lo siento,  el que confundo con tu crema humectante con olor a pera y tú siempre sonriente me dices que no es…

Vuelvo a abrir los ojos y ya no estas, avanzo sin prisa recordando sereno a detalle tu cabello, rayos dorados entre el rubio canela que predomina, con ondas en la puntas que si te lucen pero sueles odiar al peinar, tus ojos conversadores que hablan mucho sin decir palabra, sea enojada, feliz o triste; indiferente y hasta neutral…Luego el ámbar gradual a verde central justo antes de llegar a tu pupila, que suele dilatarse cuando me dices "amor"…

Llego, abro la puerta, te invito a pasar junto a la brisa que no sé de donde viene pero siempre irrumpe el apartamento a pesar de que solo le rodean muros y al lateral izquierdo las escaleras, cierro antes de que decidas arrepentirte, me libero de mi camisa como otras de mis costumbres que detestas pero toleras, y allí esta, tu mirada preguntando si lo cambiare un día, solo sonrío, lo suelo olvidar, como muchas de las cosas a las que ocasionalmente le restó importancia si tan solo estas a mi lado, como la pasta de dientes a medio cerrar, la toalla húmeda sin extender, los restos de pan sobre el mesón de la cocina al desayunar… mi cumpleaños.

Enciendo el TV, la estática del canal caído rompe el silencio, partículas de blanco a gris y negro sin control y casi anochece, el hambre apremia y la siguiente parada es la nevera, ya nos han dicho que cenar vegetales es más sano, pero resulta más divertido al paladar un trozo de pizza fría restante del fin de semana y un vaso de chocolate frio con hielo, al que solo tú le sabes poner la cantidad justa de vainilla…Lista y servida, mi turno de odiar y tolerar alguno de tus hábitos, la disputa por  querer ir a comer al cuarto y yo sentarme al comedor, ganar yo, mirarte fijamente para que bajes los pies de la silla, cuida no mantener tus labios llenos de la salsa de tomate que untas en cantidades industriales a la pizza fría…¡NO!, el ultimo sorbo del chocolate no se aspira ni se mastica el hielo restante como si fuese sencillo… Sonríes, arreglas tu postura, recoges tu cabello, y lavas los platos…

Me enseñaste a no ir a la cama sin antes tomar una ducha, pero esa contradicción a no esperar el tiempo indicado después de la cena siempre fue el punto de rebeldía a pesar de esa parálisis que me dio hace unos años, era eso o perderme la ducha contigo, que solo era justificable cuando en tus días rojos no querías saber nada de mi…Ya frescos como lechuga, luces apagadas, pijama de Adán para mí, topless para ti, y así abordábamos el vuelo, a los sueños, al siguiente día sin mayor plan del que la rutina ya nos tenía…


Así era cuando aún solías estar por aquí, antes que sin tu decidirlo o yo siquiera pensarlo, te fueras, así, sin más…Ya no me quito la franela al recién entrar, la pasta de dientes está bien cerrada luego de usarla, hay un pañito de cocina que me regalo mi mamá y limpia el resto de pan muy bien, aunque sigo olvidando extender la toalla y mi cumpleaños…Regale el comedor, descubrí los placeres de comer en la cama, la pizza fría no sabía tan mal con exceso de salsa de tomate y el masticar el hielo suena distinto cuando lo hago yo… Son 11 años, y sigues aquí, perdón si no te he dejado ir del todo, me cuesta entender que venimos solos al mundo y partimos de él solos también, cuenta entender que partiste primero… Siempre tuyo, siempre amándote… Feliz noche.

JJ

12 feb 2014

Abuela...


A veces me despierto y espero tu llegada, con la salida del sol, que el verde de tus ojos sonrientes vuelva su mirada a mi y pronuncies mi nombre con tu bendición; a veces, frecuente y necesariamente, embriagarme de tus recuerdos se me hace necesario, entonces soy yo quien vuelve a ti, a ese lugar silente y simbólico, buscando la paz que solías darme, para contarte de mi y lo mucho que me ha pasado desde aquel día que, como el ocaso, te fuiste sin un adiós... Extrañar se hace ley mientras no mueran los recuerdos...Extrañar se hace fácil si vives en mi Abu!..
                 JJ