Lo que te llevas...

Antes de tu llegada ya eras famoso, pero no por gozar de buena reputación era que hablaban de ti, hace muchos colegas tuyos, anteriores a ti, te dieron la reputación de un asesino en serie, supuestamente acabarías con la vida de poco más de 6500 millones de personas en un santiamén, o eso era lo que afirmaban una tribu mexicana a la que ya le caías mal sin haber nacido.

Evidentemente con tantos crímenes que cometer, solo no podrías, así que  te asociaron a una cómplice dada la cantidad tan alta de personas a la que debías eliminar, una fémina con un torrente historial amoroso con tus anteriores colegas, era quien supuestamente te obsequiaría numeroso móviles “naturales” despiadados en pro de alcanzar tu objetivo.

Te denominaron de diferentes formas, empezaron siendo rudos: “Apocalíptico, destructor, eras el fin de todos los finales”; la gente te tenia pavor; luego que las doce campanadas anunciaran la muerte de tu antecesor, tu inminente toma de poder era indetenible, llegaste y no había manera de decirte que no, pero lo hiciste tranquilito, no fue mucha tu bulla al inicio, a diferencia de cuando uno de tus colegas se llevó en los cachos a RCTV y la gente no paraba de llorar. Entonces te empezaron a cambiar el nombre: “Transformador, Cambiante, Evolución”; hasta colores te asociaron con la mariquera, y fue entonces cuando me dije, a este pana le están bajando el nivel.

Yo sabía que habías llegado pero no te conocía la cara; entonces me empecé a preguntar, ¿quién será este hijo e’ madre sin oficio que me quiere matar?...Cuando te dio por bailar la macarena y moverle el tapete a la gente, me di cuenta que eras obeso, le subiste el volumen a tu música hasta 7.4 en Guatemala y tu bailaita te anoto muchas muertes, ¿no jugaste carrito no?, y hasta rumbero y viajero eras, porque te dio por seguir con tu aniquilación bailando Costa rica, Colombia y Canadá, solo por nombrar los sitios donde más te gusto subirle volumen a tu música; por aquí por Coro también bailaste pero los panas de las Merú en el monumento de la madre con sus vallenatos fueron más letales que tú, así que bueno, podemos decir que te la tiraste de sifrino, y el calor de aquí no te gusto.

A Estados Unidos y España me imagino que les agarraste arrechera porque hace frio del bueno, allí me di cuenta que fumabas, la cola de tus cigarros aún encendido produjo el incendio de varias miles  hectáreas en bosques de ambos países, y en agosto de pana que te pasaste chamo, a los gringos le regalaste más de 60 incendios, fumaste más que una puta  encarcelada…pero si hay un incendio que jamás podré perdonarte fue el que ocasionaste en Amuay, ese fue un golpe a las bolas, ese no se valía, no lo vimos venir.

Evidentemente que fumaras te dejo con mal aliento, y creo que esa fue tu arma letal, cuando fumaste el de la marca tifón con tu mal aliento a Bopha asesinaste a más de 600 Filipinos, y  el que peor aliento te dio fue el de marca huracán, tu aliento a Sandy no solo mato a personas, a algunas las dejo  muerta en vida, sin casa, sin nada, pérdidas materiales de al menos 50 mil millones de dólares dejo todo lo que tu aliento destruyo en su paso.

A todas estas no dejaban de afirmar que tu estocada final sería el 21 de diciembre, que ese día nos dabas en la madre a todos y nos dejarías tan knockout  como Marquéz dejo a Pacquiao, lo cierto es que llego ese día y el único fin del mundo que llegue a leer fue tuits de gente lamentándose porque se les termino el trago mientras rumbeaban.

Me senté a analizarte y me di cuenta que eras prácticamente como uno más de nosotros al que la gente le hablo muchísima paja, del cual escuche muchas promesas que no se cumplieron, aunque no me lamento de esas varias cosas que no cumpliste, de lo único que me lamento es que no pagues por lo que si hiciste, aunque no sé si tu muerte luego de doce campanadas sea el fin que merezca después de haberte llevado a tantos, veamos en retrospectiva, eres un obeso que se acuesta con una mujer que se acostó con todos tus colegas antes que tú y que te regalo mal aliento enviciándote con el cigarrillo asegurándose así de que tu muerte no exceda el 31 de diciembre para así ella poder seguir acostándose con los que vengan después de ti.

Por allí luego de escuchar muchos seudónimos para ti me dijeron que realmente te llamabas 2012, fuiste artista con película, político con promesas incumplidas, numerologo con combinaciones casuales de estos, asesino, bueno, malo,… de todo un poco, dependiendo de la persona,… ¿conmigo?, bueno me dejaste vivo, supongo que ese es un beneficio del que debo disfrutar hasta que me toque; no fuiste bueno, me regalaste mi pequeño prototipo de fin de mundo, pero tranquilo que al menos hasta ahora no te voy a reclamar… y no te preocupes, que mientras tú te mueres, yo voy a comer y a beber para celebrar que al fin te vas como celebraste tu mientras hacias de las tuyas.

JJ